Desde principios de la primer década del presente siglo, se iniciaron las discusiones en diferentes medios especializados y posteriormente en foros de internet y redes sociales sobre cual sería el reemplazo de los iconicos Tigres de la FAM que llevaban en ese entonces cerca de 20 años al servicio del país y también sobre posibles aeronaves que complementaran la flota de los 10 aviones F-5 E/F existentes tanto para vigilancia y resguardo del espacio aéreo como para el entrenamiento de las tripulaciones. Para el año 2006 tomo fuerza esta discusión debido a que a través del informe de labores de la institución se dio a conocer que la SEMAR estuvo interesada en adquirir aviones interceptores para el resguardo de zonas estratégicas y del espacio aéreo nacional, lo cual hizo que muchas miradas se volcaran sobre esta institución y sus intenciones de adquirir modernos aviones de combate entre los que se contemplaban los SU-27 y SU-30 mientras que la FAM se mantenía al margen de toda modernización o sustitución de aeronaves debido a la falta de interés por parte de los mandos de esta rama del ejército por renovar o fortalecer la flota de combate de la FAM y desde luego por la falta de presupuesto. El interés por adquirir aviones interceptores por parte de la SEMAR quedo de manifiesto en una solicitud de información a través del INAI con folio 0001325206, solicitud que fue hecha el 4 de diciembre de 2006. Pero volviendo al tema de la FAM también se supo de una solicitud hecha por el entonces Secretario de la Defensa Guillermo Galván Galván en septiembre del año 2007 para una ampliación presupuestal para renovar a la flota de aviones de transporte, radares, vehículos terrestres y dentro de la cual estaba contemplada la adquisición de aviones F-16 para reemplazar a los F-5, que para ese entonces tenían 25 años de servicio. Como es del conocimiento general la modernización de las fuerzas armadas comenzó en los años 2010-2011 con la sustitución de aeronaves de transporte, entrenamiento, aeronaves de ala rotativa, vehículos para el transporte de personal, entre otros, pero nunca llegaron los nuevos aviones interceptores.
Hasta la fecha la compra de aviones de combate a reacción para la fuerza aérea es un tema recurrente y polémico en la web, es un asunto que raya en el hartazgo para muchos entusiastas de la aviación militar, quienes se han cansado de explicar que de acuerdo a los planes sectoriales de defensa será hasta el año 2024 que se ha de conocer cual sera el aeronave que sustituya o incluso complemente a los F-5, de ahí en fuera todo lo demás no deja de ser un simple rumor o "fake news" pero a pesar de esto muchos canales de youtube y paginas en redes sociales como Facebook o Twitter se han beneficiado de crear falsas noticias sobre supuestas adquisiciones de aeronaves como el F-18, F-16, SAAB Gripen, incluso SU-57 en donde las cantidades superan las 32 unidades, todo esto con el argumento de tener "fuentes confiables" y la "exclusiva", pero al final de cuentas todo es por ganar popularidad en la web, pues jamas revelan sus fuentes de información.
Otro asunto relacionado que ha plagado la red sobre la sustitución de los F-5, es la comparación de aeronaves y sus capacidades en las que se contemplan equipos que evidentemente sobrepasan los presupuestos de la SEDENA y que incluso superan los requerimientos que nuestros espacio aéreo y situación actual necesitan, esta de sobra mencionar que aviones se consideran en estas listas de opciones pues basta con decir que se habla de incorporar aviones con características furtivas que quedan fuera de contexto totalmente.
No podemos dejar fuera de este tema las posturas entre medios especializados y expertos en el tema quienes han puesto sobre la mesa dos ideas, una en la que se considera que México no requiere de aeronaves de altas prestaciones como un F-18, o un Gripen, que basta con los medios que se disponen actualmente para hacer frente a la situación de seguridad nacional actual; pero por otro lado se plantea como urgente la incorporación de aeronaves modernas con capacidades disuasorias acordes al panorama actual sobre todo acordes a un país que busca destacar como un actor de importancia a nivel regional y mundial, ademas de ser un territorio poseedor de grandes recursos y riquezas.
Otra postura muy interesante y que mas que ser una opción es una necesidad, es la de actualizar los F-5 para mantenerlos operativos en caso de ser necesario mientras llegan los reemplazos, se sabe que en el año 2015 se enviaron 6 motores para trabajos de inspección y reparación mayor a Suiza, los cuales ya están de regreso en nuestro país y colocados en las respectivas unidades por lo que actualmente se habla de 3 a 4 F-5 en condiciones de vuelo. A pesar de que es vital e incuestionable la optimización y reparación de los motores, en las aeronaves existen una serie de sistemas que también deben actualizarse como la avionica y los sistemas de armas y radares pues hay que tomar en cuenta que entre los F-5 y los sistemas de alerta temprana, en este caso los EMB AEW & C, no existe la adecuada interoperabilidad por la incompatibilidad de sistemas y lenguajes, situación que es vital para responder ante las alertas de violación a nuestros cielos.
Últimamente se han hecho ofertas interesantes y acordes a nuestros presupuestos de defensa y situación política y geográfica pero es necesario recalcar que no hay ni habrá por el momento incorporación alguna de aeronaves de combate como ya se dio a conocer por parte del propio comandante de la FAM Manuel de Jesús Hernández. Sera en el 2024 el año en que se ha planteado la meta de incorporar 24 aviones interceptores nuevos para reemplazar a los F-5 aunque esto no significa que no se estén contemplando y estudiando las opciones disponibles. Si bien ofertas por aviones como el Gripen de SAAB, el FA-50 de KAI, e incluso el MIG-35 se antojan plausibles y realistas conforme al bolsillo de la SEDENA, no podemos asegurar del todo que el reemplazo este entre estas aeronaves y la decisión la tomaran los altos mandos conforme al presupuesto disponible.
Es muy cierto que actualmente las fuerzas armadas deben equiparse conforme a las necesidades de seguridad internas, pero por un lado debemos entender que el crimen organizado se actualiza y fortalece constantemente y que este se mueve por cielo, mar y tierra y para ello emplean vehículos equipados con tecnología que les permite evadir a las fuerzas de seguridad, hoy pueden emplear aeronaves no tripuladas, pueden emplear aeronaves a reacción, vehículos subacuaticos, lanchas rápidas y aeronaves que pueden volar mas alto y rápido y que por ejemplo un Texan no puede alcanzar. Por otro lado tenemos a un país que debe garantizar la seguridad de su espacio aéreo de las amenazas no solo del crimen organizado sino de las amenazas crecientes y diversas que se gestan en un mundo agitado por el terrorismo y las tensiones entre naciones, nuestra postura de neutralidad ante los conflictos internacionales no es justificación para no tener los medios necesarios para resguardar nuestra soberanía, decir que en caso de ser necesario México puede adquirir aeronaves de combate para la defensa, es como creer que podemos comprar una patrulla y entrenar a una persona para convertirse en policía justo cuando se esta cometiendo un delito. Hay que tomar en cuenta que adquirir aviones de combate también requiere que la FAM cuente con las instalaciones e infraestructura suficiente, con personal capacitado en tierra y las tripulaciones suficientes para operarlos y en este sentido en las filas de la fuerza aérea aun se trabaja por disminuir el déficit de tripulaciones pues actualmente se cuenta con el 50 % de las que debería tener y obviamente contar con pilotos con la experiencia suficiente para operar aeronaves de altas prestaciones no se logra de la noche a la mañana y aunque los aviones entrenadores como el Texan T-6+ con los que cuenta tanto la Fuerza Aeronaval como la Fuerza Aérea Mexicana tienen una interface y ambiente de operación similar a una aeronave de combate de mayores prestaciones, no ofrecen la posibilidad de entrenar a los pilotos en el aspecto físico y mental al que se verían sometidos al operar una aeronave de mayor velocidad y respecto a esta situación recordamos que ya no se cuenta con aviones jet entrenadores que cubrirían esta fase de adiestramiento pero que es un asunto que se tratara después. La defensa aérea no solo es tarea de un avión de combate, también se debe contar con sistemas de defensa antiaérea y radares con la cobertura suficiente del territorio y esto es algo de lo que poco se habla.
En conclusión. México debe contar con los medios suficientes para la defensa de su soberanía en cielo mar y tierra, en el caso de la aviación de combate se deben considerar los equipos modernos y adecuados a nuestras necesidades sin que ello signifique incorporar un centenar de jets de quinta generación, al adquirir nuevas aeronaves también se tendrá la oportunidad de fortalecer la industria aeronáutica del país, siempre y cuando se declinen por una oferta que incluya la transferencia de tecnología junto con la posibilidad de armar las aeronaves en suelo mexicano teniendo así la posibilidad de dar el gran salto que tanto espera nuestra industria de ensamblar por completo una aeronave en el país.
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